Apartamentos Aromar se encuentra en Platja d'Aro

Platja d'Aro es el centro comercial por excelencia de toda la Costa Brava. La mayor parte de las grandes marcas comerciales tienen su tienda en la gran calle formada por las avenidas s'Agaró y Cavall Bernat, incluidos también un gran número de establecimientos de ocio como bares, restaurantes y discotecas.

A medida que se acerca el anochecer las terrazas de esta gran avenida van llenándose de clientes que degustan las bebidas especialidad de la casa mientras observan el ajetreo de la calle.

Este es además el escenario en el que se desarrolla cada mes de febrero uno de los Carnavales más conocidos y multitudinarios de la zona, llenos de desfiles de un gran coloridad y de disfraces imaginativos.

Y lo cierto es que Platja d'Aro no es sólo una ciudad para la fiesta. El norte de la ciudad guarda una de sus antiguas joyas arqueológicas más preciadas: se trata de la Villa Romana de Pla de Palol, una finca habitada desde el siglo I a.C. hasta el s. VII d.C. y en la que sabemos que se produjo vino y aceites que eran exportados desde la vecina Cala Rovira hacia otros puntos del Imperio Romano.

El frente de mar de Platja d'Aro tiene dos aspectos bien diferenciados. Por una parte la larga playa de arena fina y dorada, la Platja Gran, que se extiende junto al centro de la localidad, y que llega por el sur hasta prácticamente Sant Feliu de Guíxols. Por otra parte, en la zona norte, justo donde se encuentra el monolito más famoso, el Cavall Bernat, en plena playa, se extiende el camino de ronda se extiende durante 4 kms hasta Sant Antoni de Calonge pasando por calas de innegable belleza como la Cala Rovira (también denominada Cala dels Escalencs, y antiguo puerto romano).

Este camino de ronda hacia el norte nos lleva por la Cala Sa Cova, una pequeña cala donde los antiguos pescadores guardaban sus barcas, la Cala del Pi, 200 metros más allá, atravesando varios túneles bajo las rocas y pasando junto a islas frente a la costa como Ses Rodones de Terra o la Punta des Escuits. Este es un recorrido continúo, si no se encuentra parcialmente restringido su acceso por algún desprendimiento, que nos lleva por la Cala Belladona hasta las playas de Can Cristus, Ses Torretes y finalmente la Platja de Torre Valetina, en Calonge.